Materiales Necesarios
- Semillas de cannabis de buena calidad.
- Un vaso con agua a temperatura ambiente.
- Papel absorbente (toallas de papel).
- Dos platos o un recipiente oscuro.
- Sustrato o macetas pequeñas con tierra ligera y aireada.
Paso a Paso
1. Hidrata las semillas
Llena un vaso con agua a temperatura ambiente y coloca las semillas. Déjalas remojar durante 12-24 horas. Este proceso suaviza la cáscara, facilitando la germinación.
Tip: Si alguna semilla flota después de 24 horas, no significa necesariamente que esté dañada, pero podría tardar más en germinar.
2. Prepara el ambiente húmedo
Coloca una hoja de papel absorbente sobre un plato y humedécela con agua. Pon las semillas sobre el papel, dejando espacio entre ellas. Cúbrelas con otra hoja húmeda y un plato invertido para crear oscuridad y mantener la humedad.
3. Observa diariamente
Mantén las semillas en un lugar cálido (21-25°C). Revisa cada 12 horas que el papel no se seque, humedeciéndolo de ser necesario. Las raíces (radículas) deberían aparecer entre 24 y 72 horas.
4. Planta las semillas germinadas
Cuando las raíces tengan al menos 1 cm de largo, transfiérelas cuidadosamente a una maceta con tierra. Coloca la semilla a unos 2 cm de profundidad, con la raíz apuntando hacia abajo.
Tip: Usa un sustrato suave y bien aireado para facilitar el crecimiento inicial.
5. Cuida tus plántulas
Riega con moderación y evita exponerlas a luz solar directa hasta que desarrollen sus primeras hojas verdaderas.
Con estos pasos, tendrás un inicio exitoso para tu cultivo. Recuerda que la paciencia y el cuidado son claves durante este proceso.
¡Buena suerte con tu germinación! 🌱